You just can't buy illusions

24 abril 2011

Castigo & Felicidad

Golpear las paredes.
Llorar desconsoladamente.
Dejar de comer.
Fumar.
Tomar alcohol.

Que tienen en comun estas acciones? Dos cosas basicas:
Una, que nos hacen mal.
Y dos, que la gente las hace de forma recurrente cuando se sienten mal.

¿Por que esa costumbre que tenemos las personas de castigarnos? Definitivamente somos una raza masoquista.
Tenemos esa tendencia a tratarnos mal, pero en diferentes ocaciones y por diferentes causas.

Y aqui es cuando me viene a la mente esta frase,

"Enojarse es castigarse a uno mismo por errores de otros"
Pero en todo caso, la manifestacion que expresamos no siempre es enojo, sino cualquiera de las acciones anteriormente dichas o demas; y a veces, no solo por errores ajenos sino tambien por los propios

Hay que aprender a ser menos duro con uno mismo.
A quererse un poco mas.
A aceptar nuestros errores y que estos no sean motivo para maltratarnos, sino de querer seguir adelante y mejorar.
A no hacerse cargo por cada cosa que sale mal, a no hacerse responsable por cada falencia a ntro alrededor.
A ser felices con libertad, sin sentir que debemos algo, porque tenemos derecho a la felicidad y no hay nada ni nadie que pueda privarnos ese derecho. Ni siquiera nosotros mismos

Insistencia, alivio y decepción

Despertarse y darse cuenta de que hay cosas con las cuales no hay que insistir.

A veces, deseamos mucho que ciertos hechos se concreten. Cuando llegamos a la instancia en que nos encontramos intentando demasiado para que eso pase, nos paramos a pensar objetivamente sobre la cuestion (o por lo menos es lo que deberiamos hacer) y vemos que perdimos el punto. ¿Por que en primer lugar queria lograr esto?. Despues elevamos un poco la mirada y vemos hacia adelante ¿Realmente vale la pena lo que hago? ¿Tiene un fin justificable? ¿Si sigo intentando como lo estoy haciendo, llegaré a algun lado?
Luego, en ciertas ocasiones, nos encontramos con que para lograr lo que queremos, tambien necesitamos de alguien mas. Y caemos en lo mas obvio, ¿Ese alguien mas, estará dispuesto en algun momento a colaborar? ¿Depende de mi que lo haga? ¿Puedo hacer algo para que cambie? ¿Esta bien que quiera que cambie?
Para nuestro pesar, a veces la respuesta es un simple y tajante NO.

Entonces, nos cuestionamos que pasa si renunciamos a nuestra insistencia. Quizas si volteamos la vista un momento de nuestro objetivo, nos encontremos con otras posibilidades y nos damos cuenta que nuestra insistencia se estaba convirtiendo en una simple fijacion.

Puede que sintamos alivio y nos reconciliemos con nosotros mismos.
Puede que sintamos un vacío dentro nuestro que termina por desaparecer.
Pero inevitablemente, sentimos decepción. Aunque a veces, esta es necesaria. Nuestras expectacivas no fueron satisfechas, pero tampoco era lo mejor que lo fueran. A veces nos enfrascamos tanto en algo que no vemos mas alla del frasco, y se tienen que romper unos cuantos frascos para seguir adelante; quizas nos clavemos algun vidrio en el intento, pero todas las heridas tarde o temprano cicatrizan.

Soltar algo cuesta, si, pero no es imposible. Es preferible cortar algo de una y sufrirlo de momento para despues dar lugar a algo mejor, que seguir insistiendo sobre la misma cosa que nos hace mal y que en algun punto nos termina destruyendo.

Dejar lo que no nos sirve, soltar lo que nos hace mal y seguir adelante. Suena mas facil de lo que realmente es, pero es mas simple de lo que pensamos.